La Preciosa o Preciosísima Ofrenda, no es otra que la Sangre y Agua que brotaron del Sagrado Corazón de Jesús en el momento de la lanzada, cuando el soldado le atravesó el Costado y quedó para siempre abierto para nosotros.
Los que nos consagramos al Sagrado Corazón como Guardias de honor, nos comprometemos a rezar todos los días la preciosa ofrenda, como está escrito en la fórmula de consagración de nuestra cédula. Es decir, nos comprometemos a ofrecer diariamente esta Sangre y Agua del Corazón de Jesús, al Padre Celestial porque es lo que más le agrada.
Varias fórmulas
Tenemos varias fórmulas u oraciones para hacer esta Preciosísima Ofrenda:
Padre eterno, recibe como sacrificio agradable, por las necesidades de la Iglesia y en reparación de los pecados de los hombres, la preciosa Sangre y Agua salidas de la Herida del Corazón de Jesús y ten misericordia de nosotros. Amén.
Fórmula breve
Padre eterno, en esta Hora de Guardia, con la Virgen María y los discípulos files junto a la cruz de Jesús, te ofrecemos la Sangre y el Agua que brotan de la herida del Corazón de tu Hijo Unigénito, para reparar nuestros pecados los de nuestras familias y los de todos los hombres, en sufragio de las almas del Purgatorio, y por las necesidades de la Santa Madre Iglesia, Padre nuestro, ten misericordia de nosotros.
Preciosa Ofrenda en mi Hora de Guardia o en la Hora Santa Mensual

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