Por Devoción al Corazón de Jesús entendemos un entusiasmo muy grande, muy sentido, muy humano y muy necesario por el Amor y la Persona de nuestro Señor Jesucristo, signo sensible del infinito Amor con que nos ama la Santísima Trinidad.
Uno de los grandes anhelos que debe tener todo Guardia de honor del Sagrado Corazón es que más y más personas,
conozcan y amen al Sagrado Corazón de Jesús.
Jesús, el Hijo de Dios, que existe desde siempre: “Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre…” ¡Tiene un Corazón que nos ama infinitamente! ¡Sin medida!
Este es el núcleo central de nuestra fe: fuimos creados por puro amor, por Dios que es Amor y en justicia, debemos amarLe con todo el corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y todas nuestras fuerzas.
Amarlo sobre todas las cosas y sobre todas las personas… Amarlo en las buenas y en las malas, porque en realidad, todo lo que Dios permite es siempre para nuestro bien, ¡para nuestro verdadero bien!
Dios nos ha demostrado su amor, en primer lugar, con el simple hecho de darnos la existencia, pues sin tener necesidad de nosotros, nos llamó a la vida:
“Porque tú amas a todos los seres, tú no detestas nada de lo que has hecho: Si no los hubieras querido, no los habrías creado”.
Sabiduría 11, 24
Nos demostró además su inmenso amor con el hecho de la Encarnación:
El Verbo se encarnó para que nosotros conociésemos así el amor de Dios: “En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él” (1 Jn 4, 9).
“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna” (Jn 3, 16).
Catecismo de la Iglesia Católica 458
Todo en nuestra fe, se trata del amor: del Amor de Dios hacia nosotros y de la correspondencia que cada uno de nosotros debe tener a este Amor.
Procuramos corresponder a este amor “En espíritu y en verdad” esto es, con toda nuestra vida: trabajos, oraciones, penas ofrecidas, cumpliendo con nuestro deber en todo momento por amor….
Con todo esto, buscamos dar Gloria, amor y reparación al Sagrado Corazón de Jesús, como dice nuestro lema.

Darle Gloria, significa extender entre los demás su buena fama, con todos nuestro actos humanos ordinarios hechos con excelencia y amor; por la participación en los sacramentos, principalmente en la santa Misa, acto supremo de gloria a Dios.
Dale Amor, significa ser afectuoso con Él, darle verdaderas muestras de cariño, con nuestra compañía en la oración, con nuestra adoración a su Presencia Real en la Eucaristía, con actos de amor en nuestra vida cotidiana, con nuestra creatividad para pensar y hacer muchas cosas por su amor y para que otros también lo conozcan más y le amen.
Darle Reparación, significa tratar de “compensarlo” por nuestros pecados personales, los de nuestros familiares y los de toda la humanidad, por medio de una vida de gracia, por la práctica de las virtudes cristianas en nuestra vida cotidiana, con el cumplimiento de nuestros deberes de estado, ofreciéndole todo a su Sagrado Corazón y de manera especialísima con la confesión y comunión sacramentales cada primer viernes de mes.
Historia del culto al Sagrado Corazón de Jesús
Sitio Web de la Mesa Directiva de Guadalajara, Jalisco, México
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